Club Literario de Miami

Un lugar para la nueva literatura en Español

Friday, October 19, 2007

La Vigilia

Llegue a la estación del ferrocarril con unos minutos de atrasó, antes de embarcarme tenia que comprar el billete de la maquina automática, mientras digitaba mi destino hicieron el ultimo llamado, y en el momento que me daba el recibo cerraron las puertas, sin derecho a protestarle por su ineficiencia me resigne a esperar al siguiente que pasaría a las 8:40, tenia una hora para pensar que iba hacer de mi vida y al mismo tiempo veía como los demás pasajeros lo hacían con sus vidas. Alguien se aproximo a mí.
-¿Buenas, tiene 25 centavos a la mano?-dijo
-No tengo efectivo, yo compre el ticket con tarjeta de crédito.-dije
-Es que metí 10 dólares en billetes y necesito 25 centavos para completar un dólar con estas monedas que tengo acá.-me dijo mostrándome en su mano unas monedas.
-Perdón por no poderlo ayudar.-dije

A los 10 minutos regreso con su billete en la mano y se hizo al lado mió viendo el mapa de las rutas.
-¿sabe a que horas pasa el próximo?-dijo
-Pasa en media hora.-dije
-¿es usted argentino?-dijo
-¿acaso los argentinos son los únicos que pueden tener cabello largo?-dije
-¿es que tiene un acento extraño?-dijo
-¿En cambio yo si se de donde es usted? Usted es Mexicano-dije.
Comenzamos hablar de futbol, tema que le apasiona a todo latinoamericano, diciéndome que era hincha del Pachuca, equipo de la tierra que lo vio nacer Hidalgo. Llego el ferrocarril puntual y me preguntó para donde iba.
-Voy a Queens a ver una amiga.- respondí-¿y usted para donde va?
-Yo voy para a Manhattan, también a ver una amiga-dijo, y luego de unos segundos termino diciendo-Pero ella es la perdición de mi vida.

-Vine a este país hace 3 años por el hueco a trabajar fuertemente para mantener a mi esposa y tres hijos; la mayor quiere ser medico como su tía, el segundo es un adolescente que sueña con ser jugador de futbol y la menor tiene un problema de nacimiento.-hizo una pausa saco su móvil y contesto-¡Hola!, ya dejaste la chamba, porque yo voy en camino.- después de una pausa dijo- órale nos vemos en tu apartamento-colgó y continuo.- ella es mi amiga que le cuento.

Me mostró una foto de su amiga, una rubia cuarentona de ascendencia Italiana, que la verdad se veía muy bien, me contó que era venezolana que trabajaba de camarera en un bar en union square, y que la había utilizado a ella para realizar su venganza.
-La verdad yo me vine a este país porque estaba muy triste por la enfermedad de mi hija, tiene retraso mental, retraso del desarrollo sicomotor, y labio leporino. Los tratamientos eran muy caros y el gobierno no me los daba, no teníamos como transportarla, ni casa donde vivir, entonces tome la decisión de venirme para acá.

Me quede callado por algunos minutos, pensando que uno se queja de la vida que le toca y le pide a Dios que le de mas cosas cuando uno ya tiene suficiente, en ese momento comenzó a sacar un paquete del maletín que llevaba, luego me paso unas fotos de su familia y me contaba quienes salían en ellas.
-Esta es la casa que compramos hace dos años y el carro que ve ahí lo compramos el año pasado para transportar a la niña.
-¿Con quien vive en Nueva York?-pregunte
-Yo no tengo a nadie acá, además no tengo casa, vivo donde me toque trabajar. Ahora estoy trabajando en Suffolk donde una familia que me da hospedaje como parte de pago y los otros días me quedo donde mi amiga. Todo lo que me gano es para mi familia en México.-dijo con un gesto de nostalgia se llevo las manos a la cara y se le vinieron las lagrimas. En mi carrera siempre tengo que escuchar a la gente porque para eso estudie, pero por donde voy siempre hay personas que sin saber en que trabajo requiere de esa ayuda de ser escuchados para desahogar sus penas.
-Mire que todo lo que usted hace es para bien de su familia y ellos deben de estar muy agradecidos-dije
-Yo se que mis hijos están muy agradecidos pero es mi mujer que no se pudo esperar.-dijo, mirando la foto donde estaba su esposa abrazando a su niña de 8 años y continuo- yo dure casi dos años y medio sin tocar una mujer y ella solo lo hizo por un año.
Lo más duro que le pueden hacer a un hombre es la infidelidad y sobre todo a los hombres que veníamos de unos países tan machistas, que ponemos cachos pero no nos gustan llevarlos.
-Por eso utilizo a la venezolana para que sea mi amante así no me da tan duro lo que estoy sintiendo, además me estoy enamorando de ella, pero no puedo olvidar que tengo unos hijos que dependen de mi.
Estaba llegando el ferrocarril a mi destino en Queens, después de una hora de viaje y donde me esperaba mi amiga.
-Mucho gusta de haberlo conocido, mi nombre es José.-dijo
-El gusto es mió-dije
Salí del ferrocarril pensando en José, en su vida de emigrante en un país de emigrantes, y donde yo soy un emigrante en busca de un sueño que puede convertirse en una pesadilla.

Pelao.

Tuesday, October 02, 2007

Si el auto hablara

Se levanto con el sueño vivido aun. Había matado a un hombre. No sabia a quien, pero en el baúl imaginario a una cuadra de la casa que lo había albergado por tantos años y que ahora era edificio de departamentos, había un cuerpo esperandolo.
En su sueño su amigo Adrian iba a ayudarlo a cubrir el crimen. Era policía y sabría mejor que el como taparlo todo ( al menos eso suponía el en su inexperiencia criminal ).
Eran las siete y cuarto y el sueño lo había desvelado. Todavía quedaban tres cuartos de hora para que sonara el despertador.
Decidió levantarse en silencio, para no despertar a su mujer. Pensó en lo absurdos que eran la mayoría de los sueños pero lo real que le había parecido esa cuchillada en el pecho de su víctima soñada. Mientras preparaba el café decidió que lo mejor seria no contarle el sueño a Clara. A ella le encantaba interpretar los sueños y buscarle un significado siempre rebuscado y obscuro, que inevitablemente lo dejaba mal parado. Este no era un sueño para contar.
Asesinato, muerte . No sabia bien porque había matado a ese extraño en una casa que ya no existía hacia años, en un barrio que seria siempre el suyo aunque estuviera a ocho horas de avión. Pensó, sin ningún sentido, que lo mas sensato seria llamar a Adrian. En Buenos Aires ya eran las ocho y media: una hora prudente. No hablaba con el desde el cumpleaños de Carlos durante su ultima visita. En aquella ocasión todavía lo notaba muy afectado por la muerte de su padre. Sin pensarlo demasiado tomo el teléfono y marco: 011-544-11 …
Del otro lado se escucho: hooola ( así saludaba siempre Adrian ). No sabia que decirle, no hablaba con el hacia meses de modo que inicio la conversación de la forma mas absurda, como si aun estuviera en el sueño.
- Adrian, soy yo Pedro. Disculpa que te moleste, es que tengo un problema. Me parece que mate a alguien, pero fue un accidente … fue en un sueño.

Adrian no respondió.

- Adri .. ¿me escuchas? No se que hacer . El cuerpo lo dejamos frente a la vía, adentro del baúl del auto donde antes vivía la vieja de la casa prefabricada. Vos no tuviste nada que ver…pero…
Se corto y el se quedo pensando que habría pasado. Volvió a discar 011-54-11 . Adrian atendió ofuscado esta vez.
-¡No vuelvas a llamarme NUNCA MAS! – y corto de nuevo.

Pedro se quedo pensando en las veces que Adrian lo pasaba a buscar para jugar a la pelota o cuando mas adelante le tocaba bocina en el Escort rojo para salir a bailar o dar una vuelta nomas. En ese instante le volvió una imagen a la mente: el cuerpo lo habían cargado en el Escort hasta el otro lado de la vía. Cuando iban a descargarlo paso un patrullero y allí se despertó entre frases absurdas. En el sueño Adrian quería poner el cadáver nuevamente en el baúl del auto mientras que Pedro, que era inexperto en la materia, proponía dejarlo allí nomas. También recordó que la navaja se encontraba aun manchada en su bolsillo mientras ocurría todo esto.
Decidió olvidar la cuestión y salir temprano al trabajo. Esa noche lo llamo Carlos, con quien tampoco hablaba desde su cumpleaños. La noticia lo shockeo: Adrian estaba preso. Parece ser que lo venían siguiendo los de Asuntos Internos por la desaparición de un Comisario. Esa misma tarde habían encontrado el cuerpo del comisario dentro del baúl del Escort de Adrian.
- ¿Te acordas del Escort? Yo pensé que lo había vendido pero parece ser que lo tenia guardado en el taller de su abuelo en Villa del Parque. Si ese auto hablara …¿ Te acordas como salíamos en el auto? Y ahora ¿Que hacemos? No se que hacer.

Pedro balbuceo un par de respuestas y corto. Esa noche no pudo dormir bien. Se despertaba entre sueños. Soñaba con el Escort y con Adrian que le decía:

-Yo te ayudo, pero acordate que fuiste vos el que lo pinchaste.

Todo iba cerrando en la cabeza de Pedro. Adrian no había matado al comisario. Dos días mas tarde estaba en Buenos Aires. Estaba convencido de que su amigo era inocente. No había podido hablar con su “cómplice” nuevamente ya que se encontraba, como les gusta decir a los policías en la tele, “incomunicado”.
Ni bien llego hablo por teléfono con el hermano de Adrian que también trabajaba en la fuerza y por eso pudo conseguirle una entrevista con los investigadores aduciendo que “ el sabia algo sobre el caso”. Quisieron echarlo a empujones cuando les contó sobre su sueño. Hasta se rieron de el. La cara les cambio cuando les pregunto sobre el llamado.

- ¿ Que llamado? - preguntaron entre nerviosos y excitados.
- El que le hice Adrian el día que descubrieron el cuerpo.
- Señor ..eso no es posible . Su amigo se encontraba detenido desde hacia una semana. No pudo haber hablado con el.
- ¿Y como llegaron al auto?

Ahí mismo lo sacaron del despacho. Pedro no quería callarse pero prefirió no hacer mas bulla. Sabia como eran las cosas en Argentina.
Camino por Moreno hacia el lado de la 9 de Julio. En la esquina de Salta se detuvo mientras esperaba el semáforo, pensando que por allí alguna vez habían pasado con el Escort. Mientras trataba de recordar a que boliche habrían ido, sintió el frío en las costillas. Se desplomo sobre el asfalto. Mientras le sacaban la billetera le dijeron suave al oído:
-Eso te pasa por soñar pelotudeces.
Se quedo mirando unas nubes mientras los ojos se le iban cargando de sangre. Justo antes de desvanecerse pensó en la frase de Carlitos: si ese auto hablara …